La osteopatía infantil o pediátrica.
Los bebés al nacer pasan por su primer trauma físico que es el nacimiento. Ya sea un parto largo, corto, normal, cesáreas, o complicados y con el uso de ventosas o fórceps, el bebé sufre un importante trauma en su estructura (principalmente en el cráneo) que poco a poco se deberá ir resolviendo. En este transcurso de la recuperación en el que se da un desarrollo en el cuerpo muy importante, el niño puede presentar pequeños bloqueos que no lo hacen del todo fácil, provocando el él un gran numero de síntomas bien conocidos por los padres.
Ante este tipo de síntomas, los padres acuden al pediatra, el cual, tras comprobar que el niño aparentemente está bien, no tiene fiebre, ni presenta infecciones en oído, nariz y garganta, les tranquiliza diciéndoles: no tiene nada, se le pasará en unos días. Estos días, a veces, se convierten en meses e incluso años.
En ocasiones, esa patología que no se supo diagnosticar y tratar, marcará de por vida a ese niño cuando sea un joven y después un adulto.
Los osteópatas pediátricos utilizan la evaluación neuromusculoesquelética, craneal, visceral y el tratamiento de manipulaciones orientadas a identificar, tratar e intentar corregir la mecánica estructural, craneal y visceral que no está funcionando de forma correcta.
Problemas de la esfera craneal: dolor de cabeza en el bebé, otitis de repetición, plagiocefalias (deformación del cráneo en el recién nacido), estrabismos, conjuntivitis de repetición, torticolis infantil, retraso motor, hiperactividad,
Problemas respiratorios: catarros frecuentes, bronquiolitis, mucosidad.
Problemas digestivos: cólicos del lactante, diarreas prolongadas, digestiones pesadas y problemáticas.
Son los ya mencionados antes: llanto excesivo, problemas e inquietud en el sueño, el niño se chupa el dedo cuando no tiene el chupete, rechazo a la comida, rechazo al contacto con otras personas, el bebé siempre tiene la cabeza girada del mismo lado, asimetrías en la cara, regurgitaciones frecuentes, tensión abdominal o tripita hinchada y dura, problemas de irritación en los ojos y nariz, catarro frecuente con tos y mucha mucosidad, faltas de atención, nerviosismo, agresividad….
El bebe puede acudir a su primera revisión a la semana del nacimiento, si, no hace falta esperar más para hacerle su primera exploración e inicio del tratamiento. Una atención temprana hace más fácil el tratamiento y proporciona un mejor éxito terapéutico.
Fernando Calvo García
Fisioterapeuta-Osteópata C.O
Osteopatía infantil
AtlasPROfilax®
coleg nº 5462
C/ Huerta del Convento nº16C
28770 Colmenar Viejo (Madrid)